Comenzando...

Me presento ante ustedes, no soy más que una soñadora, muy espontánea con ganas de aprender diariamente, una de las razones por las cuales nace éste blog. Aunque siempre quise tener uno, para entrar y de alguna manera comunicar mis pensamientos y sentimientos, a diario postergaba su creación, sólo tomaba un papel y comenzaba a escribir lo que sentía y ya luego se han ido quedando allí entre mis papeles sin compartir mi experiencia con alguien más. Por otra parte en muchas otras ocasiones no lo creaba porque incluso creía que era más difícil de lo que pensaba. Bueno, eso ahora no es lo importante. Actualmente estoy realizando mis estudios de Licenciatura en Ciencias Gerenciales, en donde tengo la maravillosa oportunidad de cursar una materia llamada Motivación y Liderazgo, razón principal de este blog. De manera que muchas de las entradas que tendré estarán relacionadas al tema y por allí comenzaré.

Frecuentemente me la paso leyendo acerca de como ser mejor cada día, debo decir que en estos últimos días me interesado por alimentar mi espiritud, por cultivarme mejor internamente y conseguir fortaleza espiritual, por eso cada vez me siento que sé menos y debo continuar en mi camino de aprender. Sin embargo entre lo mucho para mí tiempo y lo poco para el saber; he podido conocer que  Amar es la base primordial para comenzar este camino y  con ésto no me refiero a las maripositas y todo ese tipo de situaciones a las que estaba acostumbrada a asociar "el amor" sino principalmente a amarse a sí mismo, amar lo que se hace y amar a los demás. ¡Qué maravilloso suena! Pero ciertamente debo decir que es una lección que se me ha hecho cuesta arriba, puesto que muchos de mis defectos no me permiten llevar a acabo la práctica de la misma para así  vencer las barreras que por años he tenido. Aunque para ser sincera recientemente he estado muy pendiente de darle sentido al amarme a mi misma, en lograr obtener un plena confianza en mí, para ello comencé por permitirme más días con largos silencios y descubrir el dragón de mis batallas que en diversas ocasiones se hacia muy grande sin saber si quiera conocer la razón de por qué aparecía. Ya luego me permití conocer una de las razones de porque muchas veces dejo que crezca tanto. 


Aprendí que no puedo dar nada que no tenga, y que mi felicidad depende de lo que decida en mi presente hacer, pues la diferencia se marca sólo si permito que pase. Comencé a darle más significado a las cosas sencillas y agradecer cada amanecer. 


"Quien no pueda mandarse a sí mismo, debe obedecer." Frederic Nietzsche